martes, 2 de agosto de 2011
Comisión Nacional de Historia Mensaje para la construcción de la Historia Insurgente por Eloy Reverón
Para escribir una historia insurgente hace falta primero reconocer
que la formación histórica que hemos recibido obedece a una lógica
y a una pedagógica de dominación impuesta desde la modernidad
hegemónica donde se encuentra atado un nudo ideológico cuya
solidez se fundamenta en su invisibilidad. Está oculto en la propia historia y en la misma forma como nos enseñó la Escuela de Historia a concebirla.
Que la forma como nos han educado obedece a una pedagógica de
dominación que comenzó a los nueve meses de haber instalado su
base de operaciones el imperio español en la isla de Quisqueya.
Que al desligar la historia de la geopolítica ignoramos la forma
como fueron atados los nudos de la dominación ideológica. Que
cuando desconocemos que la primera constitución independentista
fue la haitiana promulgada en 1804, estamos hablando de
independencia hispanoamericana, separada de la franco
americana, ignoramos que lo estamos haciendo desde la óptica del
dominador.
Para alcanzar una reivindicación insurgente del espíritu ancestral
mediante el conocimiento histórico es necesario hacerlo levantados
frente a la epistemología hegemónica e impulsados desde una
cultura liberadora que permita una visión conceptual desde el
excluido, el indio, la mujer, el pobre desde la periferia rechazando la
pedagógica de la dominación y las divisiones que del conocimiento
ésta última impone.
Así como el principio de acumulación divide socialmente el trabajo,
la pedagógica de la dominación divide el conocimiento en materias:
la historia de la geografía y la filosofía de la biología, y la política de
la matemática, y el razonamiento matemático del histórico
geográfico. Si no somos capaces de concebir al coloniaje como la
acción de cuatro vectores de fuerza física de dominación, es porque
desligamos el conocimiento histórico de la física elemental
newtoniana, y si concebimos la materialidad de la historia aislada de
los conceptos esenciales de la física cuántica, nos quedamos con
un materialismo histórico que desdeña lo ideológico como
supraestructura, sin darnos cuenta que la materialidad de las ideas
en la realidad política de la historia, es más sólida que una
cabilla.
De esa misma forma la cultura colonialista divide no solo la historia
en períodos para imponer su visión dominadora del pasado, sino
que aísla el hecho histórico del presente y del pasado de la totalidad
del tiempo histórico impidiendo la compresión de la praxis histórica,
y con ella la posibilidad de desatar los nudos ideológicos de la
dominación.
Si no concebimos la historia insurgente como la historia de nuestra
America, y continuamos separando geográficamente la realidad
histórica, no estaremos en capacidad de entender a cabalidad el
proceso geoestratégico empleado por el imperio español para atar
los nudos de su dominación, y la forma como actuaron los vectores
de la fuerza de dominación, y por consiguiente nunca estaríamos
ante la posibilidad de poder desatarlos...
Y lo que es más grave aún, no nos damos cuenta porqué los gringos tienen instalados sus marines en Haití.
martes, 19 de abril de 2011
Después de 201 años, Chávez es el único en darse cuenta por Eloy Reverón
Aún prevalece la visión goda de la historia. Parece que fuera el presidente Chávez el único en darse cuenta de la diferencia entre la Independencia Historiográfica y la Independencia Integral. Olvidan la advertencia de Simón Rodríguez que los llamaba a la realidad cuando les decía que no hubo independencia, sino un armisticio. Cuando las teorías revolucionarias son consideradas para el análisis, se las aplica de manera mecánica, reduciendo la realidad histórica a visiones parciales o sesgadas de la misma.
La independencia historiográfica es el relato de los godos para justificar toda la violencia, el agotamiento y la miseria generada por la explosión social que caracterizó al siglo XIX venezolano y que terminó consolidando a la Oligarquía Conservadora en el poder. En su relato prevalece la exaltación de los hechos sobre la realidad histórica o la comprensión del proceso que los hicieron posible.
Los escuálidos de entonces inauguraron el culto oficial a Bolívar y a los héroes de la guerra para sepultar sus ideas liberadoras. Colocaron a la independencia (chucuta) y a la libertad (para explotar esclavos), como causalidad de esa historia, dejaron en segundo plano a la exclusión, la discriminación y la injusticia social, desconociéndolos como detonantes de la explosión social. Pero sobre todo, desconocieron el papel que jugaron las potencias emergentes en sus luchas por arrebatarle a España la hegemonía del dominio colonial.
A los comerciantes británicos les convenía nuestra independencia política y administrativa, no así la independencia económica o ideológica. El negocio estaba en nuestra dependencia económica y marítima para defender la autonomía política de la oligarquía comercial enriquecida con el negocio de los suministros para la guerra.
Tampoco hubo interés en cambiar la formación socioeconómica esclavista colonial o idear un sistema económico que permitiera la distribución equitativa de la riqueza y justicia social para prevenir nuevos brotes de violencia social.
Es necesario apreciar en el 19 de abril de 1810, el brote de la crisis sufrida por el rígido sistema colonialista español generado por el cambio económico que produjo su resquebrajamiento paulatino desde comienzos del siglo XVIII, cuando el incremento de la explotación de la mano esclava importada de África enriquecía a la clase terrateniente impulsando sus aspiraciones autonomistas, cuando la exportación de ocho mil fanegas de cacao de 1704, aumentó a más de un cuarto de millón de fanegas en menos de dos décadas.
El oro y la plata del botín originario ya distribuido en Europa, regresaba a Nuestra América en barcos cargados de esclavos y mercancías para el contrabando, para conformar una pequeña burguesía de comerciantes marginales en tierra firme y en los puertos insulares de El Caribe.
Si vemos el 19 de abril como la solución mantuana a la crisis de autoridad surgida por el avance de Napoleón hacia la península ibérica y su afán por adueñarse de Europa: los franceses que pretendieron adueñarse del mundo, no hubieran ni siquiera pretendido agredir a sus vecinos si no hubiera sido por el inmenso capital generado por la explosión de caña con la mano de obra esclava africana en Haití, y el trueque de esclavos africanos por licor.
Cuando se habla de los hechos del 19 de abril de 1810, se le desvincula de su realidad histórica. Año tras año, la difusión histórica que muestran nuestros medios de comunicación es muy pobre. Es poco lo que se le ha refutado al discurso godo preparado por la Oligarquía conservadora que se impuso después de la muerte de Simón Bolívar.
La realidad histórica que está presente desde el encubrimiento de América y del proceso de implantación de la sociedad colonial hasta el presente y que se olvida tan fácilmente, pese a que influye sobre todos los hechos históricos hasta el presente, es la presencia de dos fuerzas adversas. A la fuerza de dominación colonial se le opone una fuerza de resistencia. Cuando todos los vectores de la fuerza de resistencia superen a los de dominación, habremos alcanzado la Independencia Integral que propone nuestro presidente.
La independencia historiográfica es el relato de los godos para justificar toda la violencia, el agotamiento y la miseria generada por la explosión social que caracterizó al siglo XIX venezolano y que terminó consolidando a la Oligarquía Conservadora en el poder. En su relato prevalece la exaltación de los hechos sobre la realidad histórica o la comprensión del proceso que los hicieron posible.
Los escuálidos de entonces inauguraron el culto oficial a Bolívar y a los héroes de la guerra para sepultar sus ideas liberadoras. Colocaron a la independencia (chucuta) y a la libertad (para explotar esclavos), como causalidad de esa historia, dejaron en segundo plano a la exclusión, la discriminación y la injusticia social, desconociéndolos como detonantes de la explosión social. Pero sobre todo, desconocieron el papel que jugaron las potencias emergentes en sus luchas por arrebatarle a España la hegemonía del dominio colonial.
A los comerciantes británicos les convenía nuestra independencia política y administrativa, no así la independencia económica o ideológica. El negocio estaba en nuestra dependencia económica y marítima para defender la autonomía política de la oligarquía comercial enriquecida con el negocio de los suministros para la guerra.
Tampoco hubo interés en cambiar la formación socioeconómica esclavista colonial o idear un sistema económico que permitiera la distribución equitativa de la riqueza y justicia social para prevenir nuevos brotes de violencia social.
Es necesario apreciar en el 19 de abril de 1810, el brote de la crisis sufrida por el rígido sistema colonialista español generado por el cambio económico que produjo su resquebrajamiento paulatino desde comienzos del siglo XVIII, cuando el incremento de la explotación de la mano esclava importada de África enriquecía a la clase terrateniente impulsando sus aspiraciones autonomistas, cuando la exportación de ocho mil fanegas de cacao de 1704, aumentó a más de un cuarto de millón de fanegas en menos de dos décadas.
El oro y la plata del botín originario ya distribuido en Europa, regresaba a Nuestra América en barcos cargados de esclavos y mercancías para el contrabando, para conformar una pequeña burguesía de comerciantes marginales en tierra firme y en los puertos insulares de El Caribe.
Si vemos el 19 de abril como la solución mantuana a la crisis de autoridad surgida por el avance de Napoleón hacia la península ibérica y su afán por adueñarse de Europa: los franceses que pretendieron adueñarse del mundo, no hubieran ni siquiera pretendido agredir a sus vecinos si no hubiera sido por el inmenso capital generado por la explosión de caña con la mano de obra esclava africana en Haití, y el trueque de esclavos africanos por licor.
Cuando se habla de los hechos del 19 de abril de 1810, se le desvincula de su realidad histórica. Año tras año, la difusión histórica que muestran nuestros medios de comunicación es muy pobre. Es poco lo que se le ha refutado al discurso godo preparado por la Oligarquía conservadora que se impuso después de la muerte de Simón Bolívar.
La realidad histórica que está presente desde el encubrimiento de América y del proceso de implantación de la sociedad colonial hasta el presente y que se olvida tan fácilmente, pese a que influye sobre todos los hechos históricos hasta el presente, es la presencia de dos fuerzas adversas. A la fuerza de dominación colonial se le opone una fuerza de resistencia. Cuando todos los vectores de la fuerza de resistencia superen a los de dominación, habremos alcanzado la Independencia Integral que propone nuestro presidente.
martes, 8 de marzo de 2011
Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana Traducida al Africanier
Con el título de Teorie van Geskiedenis van die Verset Indië (Volgens 'n teoretiese uiteensetting van die geskiedenis van die Bolivariaanse Revolusie) (1) Eloy Reverón Van Venezuela. ARGENPRESS spesiale kulturele)fue traducido un alcance de la Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana publicado en julio de 2009.
Costituye el primer capítulo de un libro inédito del autor, resultado de más de veinte años de investigación en el tema de la Indianidad.
La teoría de la Realidad Histórica se ha ido nutriendo con la lectura analítica de filósofos latinoamericanos como Simón Rodríguez, Leopoldo Zea, Augusto Salazar Bondy, Ludovico Silva, José Carlos Mariátegui, Enrique Dussel, José Porfirio Miranda, Paulo Freire; y de teólogos de la liberación como Leonardo Boff, Jon Sobrino, Ignacio Ellacuría, y Gustavo Gutiérrez, entre otros.
El historiador Eloy Reverón, después de representar a Venezuela en el III Symposium Internacional de Historia de las Masonerías y las Sociedades Patrióticas Latinoamericanas y Caribeñas “Masonería, Independencia, Revolución y Secullarización”, convocado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), evento que contó con la presencia de destacadas figuras del mundo académico especializado Masonología, como el Dr. José Antonio Ferrer Benimeli,de la Universidad de Zaragoza, España,María Eugenia Vázquez Semadeni, de la Universidad de California, Los Ángeles, EUA, Miguel Guzmán Steim, de la Universidad de Costa Rica; Jorge Luis Romeo de la Universidad de Syracuse, Nueva York, EUA; Carlos Francisco Martínez Moreno, de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAN. Este importante evento internacional tuvo lugar en la ciudad de México entre los días 2 al 4 de diciembre de 2010, y la Universidad Central de Venezuela y el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores estuvieron representados con una ponencia titulada "La Masonería y la Independencia en Venezuela (Cuál Masonería y cuál Independencia". En el citado trabajo Reverón analizó por primera vez, y bajo la óptica teórica de la realidad histórica que viene desarrollando desde el trabajo de su primera maestría en Relaciones Exteriores redactada en 1999 para el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual.
En la actualidad, Reverón está dictando su taller sobre este método de análisis histórico, en la Casa de Nuestra América "José Martí" en el bulevar Panteón entre las esquinas de Veroes y Jesuitas, los días martes y jueves de 10 a 12 de la mañana.
(En la gráfica lo acompaña la editora de Alatagracia Revista cultural de la Biblioteca Nacional, bajando las escaleras del Museo Nacional de Arte de México)
También hará presencia en la Feria del Libro.
Información: altagraciarevista@gmail.com
Etiquetas:
Emancipación,
Historia Histórica Liberación,
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